Puede que tu texto contenga faltas de ortografía o carezca de algunos signos de puntuación, o esté sin acentos, sin mayúsculas, lleno de incoherencias o con el orden lógico de redacción alterado; que esté sin justificar y no le hayas puesto título… Hazte una pregunta: ¿Lo has revisado a conciencia, le has dedicado el tiempo suficiente?
Si tu problema es la falta de tiempo, no lo divulgues, no hay prisa; hazlo cuando lo hayas revisado, no antes. Si tu problema es la pereza, porque nunca encuentras el momento, ten en cuenta que si deseas que alguien lea tus relatos, debes ponérselo fácil, y si tú no le dedicas el tiempo suficiente para hacerlo, ¿por qué crees que el lector debería perder el suyo?
Es aconsejable seguir siempre el precepto de sujeto, verbo y complementos.
Estoy pendiente de que se lleve el coche la grúa al taller.
Estoy pendiente de que se lleve el coche al taller, la grúa.
Estoy pendiente de que se lleve al taller el coche, la grúa.
Estoy pendiente de que se lleve al taller, la grúa, el coche.
Estoy pendiente de que se lleve la grúa el coche al taller.
Estoy pendiente de que se lleve la grúa al taller el coche.
Estoy pendiente de que la grúa se lleve el coche al taller.